Desafío 2008

Dr. Paul Cunningham –Superintendente General-

La Junta de Superintendentes Generales de la cual soy parte, está pensando seriamente en el crecimiento de la Iglesia del Nazareno; nuestra tarea no es gastar nuestras vidas en una iglesia en decadencia; estamos cerrando más iglesias de las que estamos plantando; estas no son buenas noticias para dar.
En nuestras asignaciones anteriores cada miembro de la Junta de Superintendentes Generales estuvimos involucrados en cosas dinámicas que estaban creciendo por lo cual dimos toda nuestra vida. Mientras predicábamos en sus asambleas distritales el año pasado Dios movió nuestros corazones a ser un pueblo misionero, predicamos mensajes en relación de la iglesia misionera, repartimos un libro llamado “Desarrollando una estrategia misionera” Lo hicimos con la esperanza de que nuestros pastores y superintendentes distritales sean inspirados y tomen la visión como nunca antes, como Dios lo quiere para la iglesia, y así está funcionando.
Los superintendentes distritales y pastores están plantando nuevas iglesias y están captando esta visión mas rápido de lo que puedo recordar en mis largos años en la iglesia, esta visión ¡viene del corazón! Esto no es algo que venga desde arriba como presión de las autoridades. ¡Viene del corazón! Esto es importante para nosotros. La gente perdida es importante para nosotros.
Estuvimos en todas las asambleas distritales, el año pasado con esta visión en nuestros corazones. A fines del mes de Agosto tuvimos un programa que llamamos “El proyecto colombiano” Quizás ha escuchado de esto, es una escuela de cuatro días, a la que nuestra junta asiste cada año. Nuestros Superintendentes distritales tienen una escuela, nuestros pastores tienen una escuela para el desarrollo del liderazgo con la ayuda del Dr. Bill Sulivan y el Dr. Russ Bredholt, hace nueve años creamos una escuela para la junta de superintendentes generales. Estamos siendo ayudados por personas de diferentes sectores de la sociedad, con profesiones diferentes, y cualquier cosa que pensamos que nos ayuda a mejorar nuestras habilidades y recursos. Ellos vinieron, estuvieron un tiempo con nosotros y fueron una ayuda tremenda.
El año pasado una de las personas de recursos fue el Dr. Bruce Wilkinson autor del libro “La oración de Jabez”. El Dr. Wilkinson era presidente de uno de los programas religiosos más grande del mundo llamado “Camino a lo largo de la Biblia” El renunció a esta organización para explorar nuevas posibilidades para su vida. Sin embargo 10 millones de copias de su libro “La oración de Jabez” fueron vendidos en el primer año y este número no incluye la venta de sus libros “Los Secretos de la Vid”, y “La oración de Jabez para niños”.
El vino a nosotros, pero no a hablar del libro, el vino hablar de otras cosas y en unas horas le explicamos nuestra situación en nuestras asambleas distritales, y después de hablar de la plantación de iglesias, él comenzó a hablar con nosotros sobre el futuro de la denominación, la dirección de la iglesia y nuestros pensamientos.
Luego, él compartió un pasaje: Lucas 19 donde se encuentra la parábola de los Talentos. Un Talento es el valor de un sueldo de tres meses; esta es una parábola de un hombre que estaba por salir del país, él dijo a sus siervos, “antes de irme voy a darles un talento a cada uno, y regresaré un día, y cuando regrese voy a pedir un informe de lo que han hecho con lo que les he dado” Entonces él se fue. Cuando regresó, un siervo dijo: “Señor, invertí sabiamente, y ahora tu talento ha producido diez talentos más” Otro dijo “puedo darle cinco talentos, lo invertí y esto es lo que puedo darle” Y el último dijo “Bueno, la buena noticia es que tengo lo que me diste, no lo perdí” El hombre dijo al siervo que ganó diez Talentos “Voy a ponerte a cargo de Diez ciudades” El dijo cosas muy positivas a este siervo. Después al siervo que ganó cinco, tuvo menos que decirle, pero le dijo “Voy a ponerte a cargo de Cinco ciudades” Al siervo que no había hecho nada, le dijo “Bueno, esto vamos hacer, vamos a quitarte el talento y se lo daré al que tiene diez” Después él habló con palabras muy fuertes a este siervo.
El Dr. Wilkinson dijo: “Hace un tiempo fui a Rusia y me quedé un buen tiempo allá. Cuando regresé a mi organización, comencé a evaluar lo que hacemos; y ésta escritura vino a mi mente, y comencé a pensar “¿Es mi organización una de diez talentos?” y “¿Soy un líder de diez talentos?” El nos dijo: “El asunto es este: Toda nuestra vida hemos aprendido a ser fieles, en la iglesia debemos ser fieles, solamente debemos ser fieles y Dios nos dará los resultados. Si somos fieles, Dios muestra los resultados, así es como funcionan las cosas” ¿Saben que la iglesia evangélica es la única organización en el mundo, que acepta este tipo de resultados?
Él preguntó ¿Cuándo nos haremos responsables de los resultados? ¿Cuándo terminaremos de decir, “todo depende de Dios”? ¿Acaso no tenemos responsabilidad para recibir los resultados? Podríamos poner unos carteles que digan: “Aquí están nuestras metas y visión para el año 2008” “Aquí está lo que sentimos que deberíamos hacer” Pero no pasa nada si no aceptamos la responsabilidad porque solamente decimos “Bueno, es responsabilidad de Dios traer los resultados”
Es un malentendido, en realidad sabemos que Dios da los resultados; sabemos que depende de Él, y nada pasa sin Él, Él es el centro; sin embargo, tengo que admitir que después de treinta años como Pastor, cuanto mas esfuerzo puse en el trabajo, obtuve mejores resultados y conseguí la mejor cosecha.
Hay una clave esencial aquí ¿Estamos dispuestos? ¿Estamos realmente dispuestos a aceptar la responsabilidad de los resultados? Somos líderes en la iglesia, junto con nuestros pastores y nuestros superintendentes estamos pidiendo a Dios crear un ambiente de interés por las personas que se pierden mas que cualquier otra cosa en el cual tenemos un enfoque, una pasión, una obsesión que es hacer crecer la iglesia no por los números ni por el beneficio de alguien si no por nuestro Señor Jesucristo quien ordenó que hagamos esto.
Como Junta de Superintendentes Generales estamos aceptando la responsabilidad de los resultados. En nuestro tiempo con el Dr. Wilkinson, él nos probó con sus palabras y sus preguntas; mientras que oramos y lloramos juntos, salimos de nuestra reunión con un fuego nuevo, salimos con una nueva pasión, pasión que surgió de lo que Dios comenzó a hacer en nuestras vidas.
Seis meses después, nuestra junta se reunió en Houston junto con los 14 distritos en los que cada superintendente tiene jurisdicción en los Estados Unidos y Canadá, y compartimos con ellos lo que estoy compartiendo con ustedes ahora; Dios nos visitó en estos encuentros; Dios movió los corazones de nuestros Superintendentes Distritales. No es algo para que la gente se sienta culpable por lo que no está haciendo, todos tenemos más culpa de la que necesitamos; esto no tiene nada que ver con la culpabilidad, todos los días cada uno de nosotros podríamos decir “Si solamente hice esto, o solamente hice aquello” Solo tenemos que tratar de ser mas eficaces, ser mas responsables, trabajar con más inteligencia, no es para producir culpa en nuestros pastores, superintendentes o laicos que trabajan fuerte. No, no tiene nada que ver con librarnos a lo que Dios provea, nosotros creemos que Dios quiere hacer esto; de hecho, creemos que Dios va a traer un espíritu de avivamiento a nuestra denominación. Creemos que tenemos el mensaje, verdaderamente tenemos el mensaje para este tiempo, y la gente responde cuando tiene la oportunidad.
Es nuestro trabajo poner nuestras vidas en la misión de ganar al mundo y ¡necesitamos su ayuda! ¿Me escuchó? Dije ¡nosotros necesitamos SU ayuda! todos nosotros trabajando juntos para crear grandes expectativas creyendo que Dios lo hará porque con Dios ¡todo es posible!
En el 2008 cuando celebremos nuestro aniversario 100 como denominación, y revisemos nuestras metas: un millón de miembros nuevos, dos millones de miembros en total, dos millones en el culto de adoración cada semana, un millón en la escuela dominical, y 18,000 iglesias nuevas en el mundo esperamos haber alcanzado estas metas. Esperamos que ¡Todos! Nosotros podamos sentir que hicimos todo lo posible con la ayuda de Dios para realizar esta meta; ACEPTANDO LA RESPONSABILIDAD DE LOS RESULTADOS.